Enrique Cruz está protagonizando una de sus mejores temporadas. Lidera el regional de rallyes y en montaña está superando sus límites, aunque para algunos se vean ensombrecidos al verse superado por un Luis Monzón que también está a un nivel muy alto, además de motivado.
Ambos afrontan este sábado la Subida de Güímar, un escenario que ambos conocen ¡pero que ninguno ha ganado en Turismos! Monzón impuso su Osella en 1993 y Cruz la BRC en tres ocasiones consecutivas.
Cruz considera que en Güímar “la técnica de conducción prima sobre la potencia del vehículo”. Añade que, “de las siete citas del año, ésta debe ser la más propicia para nosotros”. La histórica prueba tinerfeña cuenta con zonas muy variadas, en general con un buen asfalto que, en la mayoría de los casos, es de dos amplios carriles, salvo por una zona muy concreta. “La parte conocida como ‘los muros’ es una de las más singulares de toda Canarias y ahí se decide el 50% del tiempo marcado”. Su estrechez y el no conceder lugar a errores convierten a ese par de kilómetros en decisivos.
Para Capdevila, su Team Manager, es “la última oportunidad de mantener opciones realistas al campeonato”, y coincide con Enrique en que “es, a priori, la prueba que más premia la conducción, en lugar de la potencia”.