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Con motivo de la nutrida participación canaria que el 52º Rallye Princesa de Asturias acoge este fin de semana, repasamos algunos de los años más intensos para los pilotos insulares. Y es que la prueba del norte de España ha sido una de las más productivas para los intereses de nuestro automovilismo, un detalle a tener en cuenta si valoramos la internacionalidad del ahora denominado ‘Princesa de Asturias’.
Para encontrar el primer motivo de alegría debemos viajar a la temporada 1989. La era posterior a Carlos Sainz en el nacional de rallyes servía para ver nuevas caras disputando el título, entre ellas la de Jesús Puras, que heredaba el material del madrileño. Pero fue Pep Bassas el que, en Asturias, impuso su BMW M3 por delante de dos equipos canarios, ¿un presagio de lo que sucedería años después?
Fernando Capdevila fue segundo con un Lancia Delta Integrale que pocas alegrías le dio aquella temporada, mientras que José María Ponce fue tercero con el habitual BMW M3. Un balance positivo en esta prueba del europeo que, a todas luces, fue un incentivo para seguir buscando ‘excusas’ para dar el salto al nacional.
Fue en 1991 cuando llegó la primera –y sufrida- victoria. José María Ponce disputaba el título nacional con su BMW M3 frente a los Lancia Delta Integrale de Gustavo Trelles y Pedro Diego, entre otros. El uruguayo no tuvo su rallye y el cántabro le disputó la victoria al piloto canario. Con un minuto de ventaja llegaba el inmaculado Delta a la última especial, en la que incluso Ponce llegaba a realizar un trompo, pero un pinchazo del primero fue suficiente para que el de ‘Camel’ lo alcanzase. Llegado este punto, Diego no mostraba ningún interés para dejar pasar al canario, que fruto de su ímpetu acertó a ‘tocar’ el Lancia por su retaguardia en repetidas ocasiones. Ni por esas. Ambos llegaron juntos a la meta final, lo que en esos momentos daba la victoria a Ponce –a pesar de sumar el mismo tiempo global- por haberse impuesto en el primer tramo. Una maniobra de Lancia hizo penalizar a Diego para que Trelles pasase al segundo lugar, pero calcularon mal y el primero acabó por delante del segundo por un segundo, ya a tres minutos de Ponce. Con todo, Lancia España se retiró del campeonato haciendo gala de un mal perder.
Un año más tarde Pedro Diego se desquitó. Ahora con la popular Deltona se llevó la victoria con cierta autoridad, por delante de Luis Monzón, que pilotaba una montura similar, y de un José María Ponce que hacía malabarismos para luchar con los tracción total turboalimentados.
Cambio de normativa
Pero a finales de 1992 la por aquel entonces FEA cambió la normativa y sólo permitió en el nacional a los vehículos F2. Hubo que esperar a 1995, aprovechando la condición de rallye europeo, para ver reinar por segunda vez a un equipo canario. Luis Monzón, que llegaba de un 94 pletórico –con participación incluida en el Rallye Sanremo-, se impuso por primera vez al volante de un Ford Escort RS Cosworth. A la postre fue una de sus escasas alegrías de aquel año. En 1996 lo volvió a intentar, pero debió tomar el camino del abandono al contar con una unidad que no estuvo a su nivel.
Pero fue sin duda la victoria en 2001 la que colmó los sueños del grancanario. Con un Peugeot 206 WRC se llevó el triunfo y su primer título nacional de rallyes. Antes, sobre un Peugeot 306 Maxi Kit Car, había sido tercero y segundo en 1999 y 2000, respectivamente. Pero volviendo a 2001, ésta fue una prueba con neto sabor canario, ya que Ricardo Avero y su Citroën Xsara Kit Car fueron cuartos, mientras que Santi Concepción, desde la séptima plaza, se llevaba el grupo N y materializaba un nuevo título nacional en este categoría. El piloto palmero ganaría en dos ocasiones más este grupo en el ‘Príncipe de Asturias’, fue en 1999 y 2003.
Y de ahí a 2013. De nuevo Luis Monzón, esta vez con un MINI JCW WRC. El de Santa Brígida lograba su tercera corona de ‘Príncipe’ y encarrilaba, prácticamente en el mismo escenario, su segundo título nacional de rallyes.
Entre los 'copis', mención especial a José Carlos Déniz. El navegante grancanario ha sido protagonista en las cuatro victorias canarias en el Principado, ya que acompañaba a José María Ponce en 1991, además de a Luis Monzón en 1995, 2001 y 2013. No en vano, seis de los diez podios insulares en Asturias llevan su nombre.
Y hasta aquí, de momento, la brillante historia de los pilotos canarios más destacados en el extinto ‘Príncipe de Asturias’. Cuatro victorias absolutas, tres de ellas determinantes para los títulos nacionales, y un total de diez podios absolutos en una de las pruebas con más solera del automovilismo español.
Victorias | Pilotos canarios
1. Luis Monzón, 3
2. José María Ponce, 1
Podios | Pilotos canarios
1. Luis Monzón, 6
2. José María Ponce, 3
3. Fernando Capdevila, 1
